lunes, 22 de marzo de 2010

La MUEP construirá su paraninfo en la isla Perejil

La Mejor Universidad de Euskadi Pues (MUEP) ha hecho público ante los medios de comunicación su propuesta para la construcción de su nuevo paraninfo. El proyecto, firmado por el arquitecto lapón-pucelano Armando La-O Conuncanuto, iba a situar a la MUEP a la vanguardia neocubista de inspiración barroco-lacaniana, tan de boga últimamente entre los proyectos de los alumnos de primaria, y que está basado en los palafitos lacustres de origen sefardí.

La maqueta, que iba a ser la estrella de la presentación, ha quedado sin embargo eclipsada por la noticia de que el lugar elegido para su ubicación es la isla Perejil, circunstancia que ni el rector ni ninguno de los dirigentes, académicos, autonómicos u obispales, conocía.

Ante tal sorpresa, las cabezas rectoras se han reunido en un cenáculo extraordinario y secreto en la bodeguilla habitual, convocados mediante la fórmula esotérica de máxima urgencia de "¡Que viva México, cabrones!". Mientras se celebraba el cónclave, fuentes anónimas, y por ello dignas de todo crédito, han apuntado la posibilidad de que toda la confusión se deba a que ningún miembro del equipo rectoral se haya leído la propuesta en su totalidad antes de mandarla a la Comisión Europea para su tramitación. Según estos rumores, la propuesta se redactó mediante la fórmula de 'corta y pega', habitual en estos niveles, usando diversos documentos de muy amplia procedencia, con lo que quizás la redacción no haya quedado muy homogénea ni sus detalles debidamente perfilados.

Aún así, y después de mandar el proyecto a Europa con el plazo no muy caducado, aparecía un mandamucho, leía un párrafo, decía que había que cambiar una chorrada y había que empezar otra vez con el proceso de mandarlo traducir, cambiarlo en todos los papeles, mandar tropecientas copias a los cuatro vientos y llamar a todas las secretarias del mundo para rogar que incluyeran los cambios. Y a los cinco minutos de completado el proceso, aparecía otro mandamucho, decía otra chorrada y el ciclo se volvía a repetir.

El proceso, no por habitual menos frustrante, se ha cobrado la primera y única víctima en la persona del becario encargado de escribir y procesar todos los cambios, Erasmo Pocosy Pariola-Mamma, que ha renunciado a su puesto y se ha ido de misionero budista a la Gran Muralla china murmurando "Ahí estaré más tranquilo".

En cualquier caso, el rector de la MUEP se ha rehecho con la prontitud y la gallardía que en él son legendarias y, fiel a su leitmotiv de "sostenella y no enmendalla", ha proclamado que "el destino nos ha puesto en bandeja una magnífica ocasión para probar que a los vascos nos sigue guiando el mismo espíritu emprendedor que nos ha hecho famosos en el mundo entero, como presentarnos voluntarios para buscar bacalaos en la luna o construir un txoko gastronómico solo para mocetones en la cara norte del Annapurna, y que tanto nos envidian los melindrosos, los cohibidos y los filatélicos. Entre otras cosas, será una magnífica ocasión de enseñar a los aborígenes las ventajas de la sidra golpeada, el chuletón, el mus a ocho reyes y los pantalones de mil rayas. Ellos que pongan el perejil, nosotros llevaremos los huevos, y el resto nos lo dará la naturaleza".

Una vez que el máximo dirigente de la MUEP ha abandonado la rueda de prensa tarareando "Soy un truhán, soy un rector", seguido del coro gregoriano del monasterio de Amoroto, se ha sabido que el subcomité de la Comisión Europea encargado de decidir esta propuesta se encuentra tratando de localizar en Google Maps la ubicación exacta del paraninfo, puesto que en su copia figura que es "el cono de la Bernarda".

La supervisora del proyecto no se explica las confusiones habidas.

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