martes, 16 de febrero de 2010

Los alumnos de la MUEP con nombre raro recibirán otro de oficio

En el último consejo de gobierno de la Mejor Universidad de Euskadi Pues (MUEP) se ha aprobado una resolución según la cual se procederá a asignar un nombre de oficio a aquellos alumnos con nombres raros, de difícil pronunciación o no estándar.

La vicerrectora de asuntos mundanos, Asunción Semeva Laolla, ha defendido la propuesta: "La apertura hacia nuevas culturas, la recuperación de tradiciones de origen pagano y la inmediatez transfronteriza que proporciona Internet han traído innumerables ventajas en nuestra formación humanística pero también algunos pequeños problemas en el día a día. Entre estas pegas tenemos el de lidiar con algunos nombres de escritura difícil, de pronunciación enrevesada e imprecisa determinación de sexo. Por ello procederemos a asignar un nombre de oficio a estos casos, de manera que faciliten la interacción con la administración y den lugar a animadas conversaciones entre el alumnado poniéndonos a parir".

En cuanto a cómo se elegirán, Semeva Laolla ha precisado que "se formará una base de datos con nombres de al menos mil años y de probada raigambre y significación intelectual. Empezaremos con nombres provenientes de la Biblia, como Zebulón, Neftalí, Betsabé, Diótrefes, Nehemías o Meselemías, así como de la tradición griega y romana, como Protácoras, Epaminondas, Sofronio, Xylina o Protácoras. Sin duda la chavalería estará encantada y los enlazará con el espíritu clásico. Además, potenciaremos las esdrújulas, que son más graciosas".

Portavoces de los estamentos docentes y del personal de administración y servicios se han manifestado cautos: "Es verdad que se tarda mucho en escribir nombres como Zdzislaw, Wlodzimierz o Schonnenschein, y siempre dudas a la hora de pronunciar en clase o por los altavoces Carme, Françoise o Schmetterling: parece que no tienes ni puta idea o que te estás cachondeando, y al final el aludido ni se entera de que va por él o ella. Es verdad que se evitarían molestos circunloquios como "eh tú", "el de barbas", "la choni de atrás" o "el bizco ese". Pero hasta no ver algunos resultados no podemos pronunciarnos". Estos estamentos no se verán afectados por la medida ya que todos sus miembros, en mayor o menor medida, ya disponen de su propio nombre alternativo, otorgado bien por el alumnado ("el microputa", "el de analítica", "el señor de los pasillos" o "el globo") bien por sus propios compañeros (Paco, Pepe, el otro Paco etc).

Por su parte, representantes del alumnado han manifestado su oposición a la medida: "Puestos a elegir, preferiríamos nuestros propios nicks: Chaos666, Nena906090 o Despiezatrasgos999. Que no se rayen y si nos quieren bautizar, que lo hagan a base de birra y de botellón en el paraninfo".

Semeva Laolla también ha desvelado complacida que: "en una primera simulación, al rector le correspondió uno de los nombres más deseados, Pijus Magnificus, y ha quedado tan encantado que ya lo ha añadido a todas sus tarjetas de presentación, comprometiéndose a hacer de esta iniciativa algo que nos distinga del resto de universidades".

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